La consultora McKinsey ha publicado el estudio "Education to Employment: Getting Europe's Youth into work", en el que analiza la transición entre la formación y el trabajo. La principal conclusión que puede extraerse es que el 70% de los docentes opina que los jóvenes están preparados para incorporarse al mercado laboral, frente al 28% de los empleadores, quienes no encuentran las competencias que buscan en los demandantes de empleo.
El estudio se basa en las opiniones de 8000 docentes, jóvenes y responsables de recursos humanos de Francia, Alemania, Grecia, Italia, Portugal, España, Suecia y Reino Unido. Así, por países, la ausencia de competencias de los jóvenes causa problemas en los países con mayor índice de desempleo juvenil, como Italia, Grecia, Francia y España.
Una de las barreras a las que deben hacer frente los jóvenes para lograr estas competencias, según McKinsey, es el elevado coste de los estudios superiores. Los datos muestran que muchos jóvenes no creen que puedan pagar la educación postobligatoria, especialmente en Portugal, Italia y Grecia. De hecho, en estos países menos del 40% de los jóvenes se gradúan en educación postobligatoria. En cuanto al resto, a excepción de los jóvenes de Suecia y Reino Unido, la mayoría de estudiantes afirman contar con la auto-financiación y el apoyo familiar para pagar sus estudios superiores.
Para superar estas dificultades, el informe propone innovar en el diseño, la realización de cursos y las formas de financiación, logrando que la educación sea más asequible y accesible. Una de las propuestas de McKinsey para reducir el coste de los cursos es dividir los programas de grado en módulos individuales, centrándolos en competencias. Estos módulos tendrían una duración de semanas o meses y serían autónomos, hecho que permitiría a los jóvenes combinar y secuenciar la formación por competencias en el orden más lógico, teniendo en cuenta sus aspiraciones profesionales.
Por último, el informe recomienda enfocar el Plan de Garantía Juvenil en medidas que ayuden a los jóvenes no sólo encontrar un trabajo (cualquier trabajo) sino para desarrollar habilidades y las estrategias para su carrera profesional.
Fuente: Educaweb
La Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha elaborado un estudio que analiza la influencia de los roles de género en la elección de los estudios superiores científicos y tecnológicos. La principal conclusión que puede extraerse es que los docentes de secundaria tienen expectativas diferentes respecto a los chicos y a las chicas, y que éstas contribuyen a reforzar los roles de género, que influyen en la elección de los estudios superiores.
El estudio "La fractura de género en los estudios de ciencias, tecnología, informática y lengua: expectativas y motivaciones del alumnado y el profesorado de secundaria" ha hecho un seguimiento durante tres años de 1.100 estudiantes de entre 14 y 16 años y ha entrevistado en profundidad a 36 profesores.
Los autores ponen de manifiesto que no existe diferencia perceptible entre las competencias matemáticas y científicas desarrolladas por chicos y chicas pero, en cambio, si existen diferencias en su autopercepción. Así, mientras que las chicas "se inclinan por humanidades y ciencias de la salud" y manifiestan "ser mejores" en asignaturas como lengua, biología y geología; ellos prefieren los estudios tecnológicos y creen superar a las chicas en matemáticas, física, química, tecnología e informática.
Cuando se analizan las respuestas de los docentes se observa que la mayoría mantienen la misma consideración. De hecho, la mayoría de profesores atribuyen los buenos resultados académicos de sus alumnos varones a "brillantez e inteligencia", mientras que en el caso de sus alumnas tienden a explicarlos, en primer lugar, por el "esfuerzo" y en segundo término por la inteligencia.
Según la directora del estudio, Milagros Sáinz, del "discurso de los profesores" se extrae una "justificación" de tendencias como que "los chicos tienen actitudes rupturistas en el aula" o que tienen "menor interés por los estudios".
Fuente: Educaweb
CONCAPA ha presentado su 5ª edición del Barómetro CONCAPA, un estudio que analiza las opiniones de los padres y madres sobre el currículo escolar, el tiempo y la planificación del estudio, la educación financiera en la escuela y la situación de los universitarios españoles. En esta ocasión, los autores han contado con la colaboración de PwC.
El estudio muestra que nueve de cada diez entrevistados considera que la educación de sus hijos mejorará si los padres pueden enviarlos a los colegios que consideren más adecuados para ellos, y el 98,6% dice que los estudios para los alumnos de entre 3 y 18 años deben ser totalmente gratuitos.
Otro dato relevante es la apuesta por la enseñanza religiosa y moral. Así, un 78,4% de los encuestados entienden que el alumnado debe poder recibir en los colegios enseñanza religiosa y moral si así lo desean sus padres.
Cuando se pregunta por la organización del tiempo de estudio, el 62,4% de las familias considera que los estudiantes planifican poco su estudio. En cambio, un elevado porcentaje (74,1%) de encuestados coincide en afirmar que los jóvenes se planifican más cuando tienen que repasar antes de los exámenes.
El informe también analiza la percepción de las familias sobre la educación financiera. Así, el 81,9% se muestra preocupado, ya que afirma que los jóvenes entre 16 y 20 años no conocen la diferencia entre libreta de ahorro y talonario de cheques. Por eso, el 94,6% de los encuestados está de acuerdo en que se incluyan conocimientos bancarios y financieros en la educación obligatoria.
Por último, destaca la percepción que tienen las familias sobre la universidad y el empleo. Un 67,1% cree necesario que los estudiantes de más de 18 años compaginen sus estudios con un trabajo remunerado.
Fuente: Educaweb
Lo primero hay que aclarar que la "vocacional" es el bachillerato que se imparte dentro del IPN, es un bachillerato con modalidad bivalente, es decir.... porque al concluir tendrás conocimientos tecnológicos en alguna carrera técnica, y porque abras adquirido conocimientos de bachillerato general, para continuar tus estudios profesionales si así lo decides. Segundo punto importante, el nombre de "vocacional" fue un nombre común que se le dio durante algunos años a este bachillerato, pero a partir de una reforma educativa en 1971 se llaman CECyT´s (Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos) pero es más común decirles las "vocas" Esta modalidad de bachillerato únicamente se estudia dentro del mismo DF, porque no hay vocacionales en el interior de la república. Son 15 planteles de CECyTs, ubicados en distintos puntos de la ciudad de Mexica, y un CET (Centro de Estudios Tecnológicos) - - >también es vocacional pero varia en el nombre, por cuestiones ya de leyes educativas** pero es lo mismo. Otra cosa muy importante, las vocacionales se dividen en tres ramas del conocimiento, según la carrera técnica que desees cursar.
1.- Rama de Físico - Matemáticas (CECyT´s N° 1,2,3,4,7,8,9,10,11 y el CET)
2.- Rama de Medico – Biológicas CECyT´s N° 6,15
3.- Rama de Sociales Administrativas CECyT´s N° 5,12,13,14
Como te das cuenta predominan las vocacionales de ciencias físico - matemáticas.
En cuanto al plan de estudios, se divide así:
**Materias Humanísticas** (son materias q llevas en su MAYORIA normalmente en el tronco común 1° y 2°semestre como inglés, comunicación, biología, historia y son materias q se llevan en cualquier otro bachillerato ya sea público o particular, de ahí su importancia de cursarlas y eso si, son para las tres áreas del conocimiento ya sea de biológicas, de sociales o de físico - matemáticas)
**Materias Básicas**(son materias q tienes q cursar durante los semestres que estés en vocacional, como FISICAS, QUIMICAS, y MATEMATICAS I,II,III y IV) como en el caso de las materias anteriores, son materias q llevas a fuerza sea el área en q vayas.
**Materiales Tecnológicas** (Estas materias son las q le dan el sabor a la vocacional y su distinción de otro bachillerato, porque son materias q llevas según el perfil de tu carrera técnica, es decir son especializadas).
Otro punto importante durante el primer y segundo semestre llevas tronco común, a partir del tercer semestre eliges carrera q la cursaras hasta sexto semestre, y algo muy importante cuando ingreses a superior, tienes la ventaja de q puedes ingresar a otra carrera totalmente diferente a la que hayas estudiado en vocacional, o bien perfeccionarte en esa carrera pero a nivel profesional esa es tu decisión. Ejemplo: Alguien q haya estudiado en vocacional técnico en ecología, no necesariamente tiene q estudiar Ing. Ambiental en la Superior, si no q puede elegir alguna otra carrera, ya sea en el mismo IPN o bien ingresar a otra institución, porque es válido este bachillerato en todo el país. En cuanto al pase directo NO HAY a la superior, porque aun así tenemos q registrarnos para ingresar a una superior del politécnico, pero eso si, por experiencia te lo digo, si eres egresado de vocacional, a nosotros son a los que nos dan preferencia, como quien dice tenemos lugar asegurado, por lo que hay que luchar y hacer el examen es para asegurar la carrera profesional que deses.
Eso sí, no te fíes que al concluir la vocacional, ya vas a tener por arte de magia tu título de técnico y tu cedula, eso es otro boleto, porque si así lo deseas y es tu gusto tienes que cubrir los requisitos de titulación correspondientes, por mientras solo eres pasante de técnico.
Visita la página www.ipn.mx para más informes de las “vocas”.
Fuente: Yahoo respuestas.
Las titulaciones o especializaciones en Administración de Empresas o Ingenierías Técnicas siguen siendo las más solicitadas por 'los mercados'. Los test de orientación vocacional son instrumentos pensados para descubrir puntos fuertes y débiles
La vocación debería ser un elemento determinante para decidir qué carrera estudiar. Pero si la metafísica de Kant no desvela tus sueños desde los tres años y la pared de tu habitación no está empapelada con retratos de Carl Bernstein desde la adolescencia, sería mejor escoger una carrera con salidas profesionales y consolidar la formación con un segundo idioma.
Los expertos coinciden en que los estudiantes deben seguir su instinto pese a las salidas profesionales, pero si nos centramos en las carreras más demandadas en el mercado laboral, aparecen dos clásicos títulos universitarios: Administración y Dirección de Empresas (ADE) e Ingeniería Técnica Industrial. La vertiginosa transformación tecnológica y la digitalización de casi la totalidad de los sectores no ha podido con la tradición académica de dos titulaciones que no envejecen, porque son la raíz del concepto empresa. Las empresas prefieren titulados 'globales', con una formación general que se pueda pulir según necesidades de la compañía. Ese es el éxito de los estudios clásicos.
Los datos publicados por la empresa de recursos humanos Adecco revelan que Administración y Dirección de Empresas absorbe el 4,5% de las ofertas de empleo, y ha experimentado un aumento de tres décimas respecto al año anterior. Ingeniería Técnica ha escalado puestos desde la cuarta posición y se ha convertido en la segunda titulación más solicitada en las ofertas de empleo cualificado de las compañías.
También en el podio se sitúa la titulación de Ingeniería Informática (ocupa la cuarta posición en el ranking, con el 3,2% de las ofertas). Ha experimentado un aumento significativo en los últimos años porque las empresas demandan perfiles con conocimientos informáticos con capacidad para desarrollar herramientas que mejoren la productividad y deriven, a medio plazo, en una reducción de costes.
Descubrir habilidades
La elección académica debe ser un equilibrio perfecto entre gusto, lógica y habilidades. «Es importante dedicar tiempo a algo para lo que se tenga aptitudes. Eso implica que el estudiante debe saber cuáles son sus puntos fuertes y potenciarlos. Al final, el trabajo ocupa un tercio de nuestra vida. Si no te gusta lo que haces o no se te da bien, puede resultar muy frustrante», explica María Dolores Pérez, orientadora de estudios de la Xunta de Galicia. Si no existe una vocación nítida, la mejor opción es estudiar una carrera generalista y, una vez que el estudiante descubra sus habilidades, elegir un máster para pulir conocimientos y acceder al mercado laboral.
Los estudios duales también han despuntado en la última década. Las principales universidades de España ya combinan estudios como Derecho con Empresariales o con Relaciones Internacionales, Económicas con Derecho o con Periodismo... Las dobles titulaciones han adquirido un alto valor en el mercado laboral, por la diversificación de perfiles.
El objetivo es evitar equivocarse, y existen herramientas para conseguirlo. Los test de orientación vocacional son instrumentos pensados para descubrir puntos fuertes y débiles, preferencias, intereses y definir la vocación. Los orientadores utilizan este tipo de cuestionarios en los centros de Educación Secundaria para que los alumnos resuelvan sus dudas, aunque también es posible realizarlos a través de Internet. Dos opciones recomendables: el test de Holland y el inventario de intereses Hereford.
Formación universitaria por comunidades
Madrid y Barcelona son las dos comunidades autónomas en las que existe más demanda de estos profesionales. Andalucía ocupa la tercera posición del ranking, y el País Vasco, aunque ha descendido ligeramente el porcentaje del 10,1 al 9,7%, se mantiene en cuarta posición. En el extremo opuesto, las comunidades de Cantabria, Navarra (que pierde cinco posiciones en solo un año) y La Rioja (con el 1,4%, 1,2% y 0,9%, respectivamente) son las autonomías que menos requieren la formación universitaria en sus ofertas laborales.
Fuente: Gonzoo
Los nativos digitales lo son menos cuando se trata de estudiar, ya que según advierten los profesionales, los jóvenes están menos involucrados en la tecnología de lo que se piensa, ya que su uso es mayoritariamente personal y no académico.
Si hace una década era extraño escuchar el tac-tac-tac-tac de las teclas del ordenador en un aula, hoy es bastante común. Los cuadernos y los bolígrafos siguen siendo mayoritarios, pero cada vez son más los estudiantes que digitalizan las clases en directo; la proliferación de apuntes disponibles para descarga en los portales universitarios es prueba de ello. Sin embargo, la herramienta tecnológica más importante de los últimos años en el ámbito del aprendizaje ha sido internet, que ha modificado el proceso de búsqueda y composición de casi todos los trabajos de los universitarios.
Conscientes de la importancia del uso de las tecnologías en la universidad, los más de 1.100 rectores que se reunirán en julio en Río de Janeiro en el III Encuentro Internacional de Rectores Universia van a analizar esta cuestión en una de sus mesas.
Poco involucrados
«Los jóvenes están menos involucrados en la tecnología de lo que se piensa. Se usan los móviles y las redes sociales, pero para ellos mismos y sus relaciones personales, no para lo académico», explica Ana García-Valcárcel, profesora de Tecnología Educativa en la Universidad de Salamanca.
La enciclopedia virtual Wikipedia y las redes sociales que alojan presentaciones y documentos técnicos (Slideshare, Scribd) son lugares de paso obligado para los estudiantes. Pero si hay un punto donde comienzan la mayoría de las investigaciones es Google. «En casa intento buscar en Wikipedia para saber de qué voy a hablar; pero, como estudio Enfermería, luego profundizo en bases científicas de medicina, que cuentan con buscadores específicos», dice una estudiante.
Falta rigurosidad
El uso de buscadores especializados no es común, según denuncian muchos profesores. «En el caso de Educación —expone la profesora García-Valcárcel—, los alumnos no tienen conocimiento de que existan repositorios especializados ni buscadores que pueden usar. Recurren a buscadores genéricos».
Lo mismo sucede en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid. «Muchos alumnos se creen que hacer un trabajo de investigación es sentarte frente al ordenador y buscar cosas en Internet... pero no usan páginas especializadas, sino Wikipedia o Google, donde solo aparecen las sentencias más famosas. Así, cuando corriges los trabajos, compruebas que hay muchos casos de repetición: claro, mis estudiantes encuentran todos las mismas sentencias en Google».
A medio camino entre el buscador especializado y el genérico, se encuentran Google Académico y Google Libros, repositorios de artículos científicos y fragmentos de publicaciones, también de acceso libre y gratuito.
La tentación del plagio
Otro fenómeno derivado de la generalización de internet en el ámbito universitario es el plagio. «Tener acceso libre a una información tan masiva es un inconveniente en este caso —explica Ángel Cobo, profesor de Matemática Aplicada de la Universidad de Cantabria—. A veces, conforme el estudiante tiene que hacer frente a más actividades, tiene la tentación de recurrir a esta solución rápida. Pero advertimos que la tecnología también tiene soluciones para detectar el plagio».
«Conozco muchos casos de compañeros que plagian y nunca han tenido problema», confiesa una alumna de Odontología de la Complutense de Madrid. «Suelo copiar algunos libros si voy mal de tiempo. Eso sí, si copio mucho, incluyo el libro en la bibliografía».
La falta de ética en lo que respecta al plagio es total, según expone un profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid. «En las universidades americanas, si te pillan copiando, se acabó tu carrera. Aquí hay cierta permisividad. Encuentro compañeros que disculpan al alumno diciendo que no se dio cuenta... ¿Cómo se explica que no te des cuenta de que estás copiando lo que ha escrito otro y firmando con tu nombre?».
Fuente: Gonzoo
Los expertos aseguran que la institución tiene vocación internacional, pero lamentan las trabas que existen para atraer talento y aunque el número de estudiantes que se decantan por estudiar en España aumenta, a la universidad española todavía le queda un largo camino por recorrer a la hora de atraer alumnos internacionales
«La universidad debe ser internacional o simplemente no es universidad». Así de contundente describen desde el Vicerrectorado de Relaciones Internacionales de la Universidad de Granada la necesidad de que la institución esté abierta al mundo.
«La internacionalización es un proceso que va más allá de las relaciones internacionales y de la movilidad de estudiantes –afirman–. Es un proceso que afecta a todos los niveles, actividades y grupos que integran la universidad».
Este centro es solo un ejemplo del esfuerzo de apertura internacional que las instituciones de nuestro país han estado llevando a cabo en las últimas décadas: «La Ley de Reforma Universitaria de 1983 y la Ley de la Ciencia de 1986 permitieron un salto espectacular de la universidad española, también en materia de colaboración internacional», apunta Josep M. Vilalta, secretario ejecutivo de la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP).
Precisamente, sobre esa labor de apertura y las estrategias que se han de tomar para seguir avanzando se debatirá durante el III Encuentro Internacional de Rectores Universia, que se celebrará los días 28 y 29 de julio en Río de Janeiro.
Aumento de alumnos
En España, esos esfuerzos de internacionalización se han visto plasmados en el aumento de alumnos extranjeros que se decantan por estudiar en alguna de nuestras universidades. Así, según datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, pese a que el número de estudiantes universitarios se redujo en el curso 2012-2013 un 0,5%, el número de extranjeros continuó con una «tendencia creciente», elevándose a 74.297 estudiantes, de los que 53.832 eran de grado y 20.465 de máster.
Sin embargo, pese a que el número de estudiantes que se decantan por nuestro sistema va en aumento, a la universidad española todavía le queda un largo camino por recorrer a la hora de atraer alumnos internacionales. De hecho, de los 3,4 millones personas que estudian fuera de sus países de origen en el mundo, nuestras facultades solo absorben el 1,4%. En grado, primero y segundo ciclo, el porcentaje es de un 3,3% de universitarios extranjeros, frente al 8 o 10% de la media europea, según se desprende del informe Temas candentes de la universidad española 2013, elaborado por la consultora Price Waterhouse Coopers.
Según los expertos, esa dificultad para captar alumnos extranjeros se debe fundamentalmente a motivos organizativos y lingüísticos. «La estructura de los estudios universitarios en España (cuatro años de grado, más un año de máster), cuando en la gran mayoría de los países europeos la estructura es de tres años de grado más dos de máster, dificulta enormemente la movilidad, homologación, certificación, etc.», apunta Vilalta, que subraya además que «todavía hay una escasa presencia del inglés en las aulas».
Normas rígidas
Por su parte, la rigidez de la normativa y la escasa competitividad de los salarios son los principales motivos por los que resulta difícil conseguir que los docentes extranjeros se interesen por nuestros centros. «En España es prácticamente imposible que un profesor extranjero lleve adelante su carrera profesional sin cambiar de nacionalidad», señala la vicerrectora de Cooperación, Relaciones Internacionales e Institucionales y Multilingüismo de la Universitat Jaume I, Inmaculada Fortanet. «Por otra parte, la rigidez de las figuras contractuales y funcionariales y los bajísimos salarios, comparados con las universidades de otros países, hacen muy poco atractivo e incluso inviable la atracción de profesorado internacional».
No obstante, según los expertos, existen grandes diferencias en la labor de internacionalización que han llevado a cabo los centros españoles: «No sería justo hablar de ‘nuestra universidad’ como un conjunto homogéneo», señala Jorge Martínez, subdirector de la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria.
«Si bien es cierto –continúa Martínez– que compartimos un marco normativo, no todas las universidades españolas han emprendido de igual manera sus estrategias de internacionalización. Algunas instituciones tienen una mayor trayectoria de actuación en el ámbito internacional. Esto se observa no solo en el flujo de estudiantes internacionales que reciben, también en sus relaciones internacionales, en la oferta, en el profesorado, en actividad investigadora... Otras universidades, en cambio, no cuentan siquiera con una estrategia de internacionalización explícita y clara».
Acceso para extranjeros
Grado: Con estudios preuniversitarios en países miembros de la UE, Suiza, Noruega, Islandia, Liechtenstein o China, están eximidos de realizar las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) en España para acceder a estudios de grado.
Máster: Deben solicitar su ingreso en la universidad en la que deseen cursar sus estudios. Deberán o bien ser graduados por una universidad española o perteneciente al Espacio Europeo de Educación Superior o bien estar en posesión de un título de grado. En este último caso ha de acreditar que el nivel de estudios cursados es equivalente al de los grados ofrecidos en España.
Doctorado: Además de cumplir con los requisitos para solicitar la admisión a un programa de máster, será necesario que los estudiantes acrediten haber cursado al menos 60 ECTS de alguna titulación de posgrado oficial.
Fuente: Gonzoo
Saber tomar decisiones es una habilidad que generalmente se aprende de padres y maestros. Cuando somos niños, los padres nos enseñan a elegir, al principio nos otorgan libertad para escoger tal o cuál dulce, más adelante nos permiten escoger los juguetes y vestidos; los maestros también colaboran en el desarrollo de esta aptitud al dejarnos tareas y trabajos.
A pesar de que la toma de decisiones es un proceso sencillo que se desarrolla de manera simultánea con la edad cronológica, algunos padres y maestros pueden llegar a obstaculizar este desarrollo, al impedir al niño a aprender de las consecuencias de sus acciones y, en lugar de enfrentarlos a una sanción por no haber realizado su tarea escolar, “lo ayudan” haciéndole la tarea; con ello le impiden madurar. Estos niños que crecieron en un ambiente de sobreprotección e indulgencia al llegar a la adolescencia sentirán miedo y temor para elegir su carrera.
De entre todas las decisiones que el ser humano toma en su vida, la elección de estudios universitarios reviste una gran importancia porque la profesión que se elige no se limita a la obtención de “un papel”, la profesión simboliza un “llegar a ser” lo que la profesión representa para la persona que la elige y para la sociedad.
Sin considerar la importancia que tiene esta decisión en el proyecto de vida de las personas, hay jóvenes que toman esta decisión a la ligera, continúan siendo niños y esperan que los amigos, los padres o los maestros les digan qué carrera estudiar, más tarde, al abandonar los estudios buscan otra profesión diciendo: “ La carrera que estudié no fue lo que imaginé”, “Algunas materias me cuestan trabajo”, “No me convenció el ambiente de la universidad”, etc.
Los errores en la elección de carrera traen consigo pérdidas psicológicas y económicas.
Desde el punto de vista psicológico, el abandono de los estudios universitarios puede reflejarse en un impacto negativo en la autoestima que generalmente viene acompañado de fuertes sentimientos de minusvalía y depresión. Además, ese impacto también alcanza a los padres de familia porque ellos se han formado expectativas respecto al futuro de sus hijos y se han esforzado por brindarles las oportunidades escolares que les permitan alcanzar sus objetivos ocupacionales. De esta manera, los jóvenes llegan a creer que han defraudado a sus padres o se han defraudado así mismos.
Desde el punto de vista económico, el costo es relevante, tanto para los padres de familia como para la sociedad en general. Estudiar una carrera universitaria en alguna institución pública le cuesta al país en promedio por alumno $ 120,000 y, si el alumno decide estudiar en alguna institución privada, sus padres erogarán un mínimo de $ 150,000 pesos o más de $ 400.000, dependiendo de la escuela.
Si vas a elegir carrera y universidad asegúrate de hacerlo de manera informada. Si te sientes inseguro o estás indeciso acude a algún centro de orientación vocacional especializado que te brinde la información necesaria para que puedas hacer tu elección de manera profesional.
Durante el proceso de elegir carrera los jóvenes se formulan preguntas respecto a su elección de estudios. Un ejemplo de estas inquietudes: “me gusta el diseño pero me da miedo no conseguir trabajo”, “me apasiona la historia pero no quiero trabajar como maestro”, “tengo miedo de elegir una carrera saturada”.
Disipar estos temores no es fácil debido a que las cifras del empleo de profesionales en México son contundentes: Sólo un 50% de los egresados universitarios trabaja en actividades relacionadas con su profesión; en algunas carreras la relación es más baja como en comunicación (33%).
A continuación exponemos brevemente algunos indicadores respecto a las tendencias del empleo en México:
A continuación mostramos cuáles son las necesidades más apremiantes para el México del futuro –con base en las tendencias demográficas- . Nuestro país tendrá una población envejecida que demandará productos y servicios para:
Reflexiones y Recomendaciones
Fuente: Imovo
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